La Alhóndiga de Granaditas vibró con la música y poesía de Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, en una de las presentaciones más emotivas del Festival Internacional Cervantino 2024. Con su estilo inconfundible, Velázquez, reciente ganador del Premio Nacional de Artes y Literatura 2023, reafirmó su compromiso con la tradición del huapango arribeño, un género que ha dedicado su vida a difundir.

Durante el concierto, Velázquez no solo ofreció una muestra magistral de música, sino también de reflexión sobre la cultura popular y el impacto de la era digital. En una de sus décimas, expresó con ironía su «fracaso» como artista comercial, contrastando su arraigo en la tradición con los estándares modernos: «Soy un fiasco como artista», cantó, pero inmediatamente recordó que el arte auténtico corre por sus venas y se resiste a las tendencias comerciales.

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El espectáculo fue un viaje por la memoria y el arraigo cultural de México. Con letras que evocan a grandes íconos como Juan Rulfo, Emiliano Zapata y José Alfredo Jiménez, Velázquez construyó un puente entre la tradición y el presente. La música, el zapateo y la poesía fueron entrelazándose para reivindicar el valor del huapango como una «hazaña que nuestra música entraña», en sus propias palabras.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando el trovador, que se definió como «poeta huapanguero desde hace 46 años», evocó la nostalgia de su infancia, sosteniendo juguetes como canicas, un yoyó y un caballito de madera, simbolizando el paso del tiempo y su amor por la vida simple de la Sierra Gorda.

La noche también contó con la participación de Yeray Rodríguez, trovadora canaria que se unió al grupo en un emocionante duelo de versos, demostrando que la poesía popular no tiene fronteras. El cierre fue un tributo a la fuerza de las mujeres, con Velázquez dedicando versos a aquellas que «estudian y se preparan», así como a la «mujer serrana y mexicana».

Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú lograron, una vez más, encender el espíritu cervantino con su arte, reafirmando que las raíces culturales de México siguen vivas, resistiendo el paso del tiempo y las modas comerciales.

Con información de El Universal