Enclavado en la majestuosa Sierra Gorda de Guanajuato, el municipio de Xichú se revela como un destino que combina historia, cultura y naturaleza en un solo lugar. Este Pueblo Mágico, con 439 años de historia, es un verdadero tesoro por descubrir.

Conformado por varias localidades que comparten un pasado común, Xichú debe su nombre a dos posibles orígenes: el primero, de raíz chichimeca, proviene de «Maxichú», que significa “la hermandad de mi abuela”. La segunda versión está basada en una leyenda local que relata un incidente durante la evangelización: un fraile franciscano fue cegado por una flecha disparada por un indígena, quien exclamó “xichú”, que en dialecto mixto serrano-chichimeca significa “hombre cegado”.

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Diego de Tapia pacificó el municipio y descubrió ricas vetas de minerales en la región. La labor evangelizadora estuvo a cargo de los frailes Juan de San Miguel y Bernardo Coussin. En 1580 se descubrió el mineral San Francisco de los Anues Tzinchú, y en 1585, Alejo de Guzmán, un cacique indígena, fundó el pueblo de Xichú de los Indios.

Hoy, Xichú se distingue no solo por su historia, sino también por su riqueza cultural y natural. Los tradicionales grupos de huapangueros mantienen viva la música y las tradiciones de la región, atrayendo a visitantes en busca de experiencias auténticas. Además, su belleza paisajística ofrece un sinfín de opciones: montañas, cascadas, ríos y cielos estrellados ideales para acampar y reconectar con la naturaleza.

Entre sus joyas arquitectónicas destaca la Parroquia de San Francisco de Asís, con sus distintivos tonos rojos y blancos que reflejan la identidad del pueblo.

La Secretaría de Turismo e Identidad del Gobierno de la Gente promueve a Xichú como un destino inclusivo y participativo, destacando la autenticidad de la cultura guanajuatense como protagonista.

Descubrir Xichú es adentrarse en un paraíso donde la historia y la naturaleza se entrelazan, ofreciendo a sus visitantes una experiencia inolvidable que trasciende el tiempo.