La prueba inmediata y fugaz de que el tiempo asume la facultad de poetizar un hecho ha sido la bienvenida que la nieve -en un hecho sin precedentes actuales- le dio a la primavera en Guanajuato. La parte serrana de nuestra ciudad Virreinal fue cubierta de blanco y su apariencia no hizo más que reafirmar nuestro amor por ella.

El 9 de marzo del 2016 se registró una impresionante nevada en las serranías de la ciudad, rumbo a Dolores Hidalgo.

Llovía mucho, me encontraba en la Plaza de la Paz, centro de Guanajuato capital. Ya había escuchado el rumor de que las temperaturas estaban muy bajas en la zona serrana de la ciudad.

Me inquietó bastante un mensaje que llegó cuando estaba sentado, resguardado de la lluvia y el frío: “… está nevando en Santa Rosa.” ¡No lo dudé ni un segundo y decidí aventurme a la peculiar experiencia! Hazaña que no se había vivido en más de 15 años.

Hacía tanto frío que no salía agua en la casas de aquellas comunidades porque los tubos se congelaron. Los autos no podían frenar. Llegó un momento en el que de verdad corrían riesgo algunas vidas por el hecho de que el hielo en la carretera provocaba que los autos y camiones resbalaran; afortunadamente no pasó nada.

Conmigo llevaba mi cámara. Empecé a capturar todo lo que veía. Quienes conocen la Sierra de Santa Rosa saben lo fantástico que es este lugar (un gran pulmón de la zona), ahora imagínenlo ¡nevando! ¡Todo un espectáculo! Llegó un momento en el que no podía seguir tomando fotografías porque mis dedos se congelaron.

Anónimos varados en la carretera. Niños jugando, gente tomando muchas fotos, otros auxiliado y todos asombrados. Ya han pasado tres años de aquella situación, ¿tendremos que pasar otros 15 para volver a dejar nuestra huella en 20 centÍmetros de nieve?