Este 11 de marzo se dio a conocer la muerte del pintor y muralista irapuatense, Salvador Almaraz López a los 91 años de edad, considerado el último eslabón del muralismo mexicano.
Fue hace apenas unas semanas se le realizó el reconocimiento al maestro como ‘Irapuatense distinguido’ y un homenaje a su trayectoria en el que se agregó su nombre Museo de la Ciudad y cambió a Museo Salvador Almaraz.
La noticia de su muerte se dio a conocer en redes sociales, en su perfil de facebook se lee un mensaje con una imagen:
El pintor, muralista y artista plástico nació el 18 de noviembre de 1930 en Irapuato, Guanajuato.
Su padre, que era un ferrocarrilero, impulsó su carrera cuando le pagó un curso de dibujo por correspondencia y lo llevó al taller del pintor José Dolores Aguilera, de quien fue su ayudante y aprendiz.
Tras la muerte de su padre trabajó con un tío y su abuelo en la talla de madera, además realizó retratos de las figuras de la vida taurina que visitaban la ciudad de Irapuato y se encargó de restaurar la pintura del templo de la comunidad Nombre de Dios en Abasolo, que se había dañado luego de un incendio.
En 1948, su familia decide mudarse a la Ciudad de México por lo que en la ciudad trabajó en un despacho publicitario donde realizaba actividades de ilustración, dibujos y retratos por encargo.
Ante la falta de estudios medio superior, tomó clases de oyente en la Academia de San Carlos. Además tuvo la oportunidad de hacer réplicas de algunas de las obras que se encontraban en la institución con el objetivo de practicar estilos y distintas escuelas.
Fue ayudante de Rolando Arjona, Ángel Boliver y Jorge González Camarena, con quien colaboró en el mural «Presencia de América Latina», en la Universidad de Concepción en Chile, elaborado en 1964.
Fue discípulo de José L. Gutiérrez en el Instituto Politécnico Nacional y participó con Francisco Cornejo en el llamado Rancho del Artista.
En 1966 presenta su primera exposición individual la cual constaba de 20 retratos, en la galería Chapultepec en la ciudad de México, realizando 20 exposiciones más.
En su natal Irapuato pintó el famoso mural de “Las Revoluciones” que se encuentra en el edificio de la Presidencia Municipal, obra que fue concluida en diciembre de 1969.
Realizó el mural de la “La Identidad” a un costado del templo del Hospitalito, que fue inaugurado en 1984.
Presentó numerosas exposiciones individuales y colectivas en Guanajuato, la Ciudad de México y otras entidades de México; así como en Cuba y Chile, por mencionar algunas.
Su obra también se puede encontrar en el Palacio de Gobierno de Coahuila, la Ciudad de México y Michoacán.
Entre 1974 y 1976 el irapuatense fue enviado por el gobierno del entonces presidente Luis Echeverría, a la república de cuba, donde realizaría 4 murales en diferentes centros de enseñanza superior con temas históricos de México, tres en acrílico de 17m² cada uno y en el tecnológico Lázaro Cárdenas de Santa Clara, un mural exterior en mosaicos y piedra de colores naturales de 200m