En los pintorescos escenarios de Purísima del Rincón, Guanajuato, se avecina una celebración única: el 151 aniversario de «La Judea«. Esta antigua tradición, que conmemora la persecución y ahorcamiento de Judas por su traición a Jesucristo, es una de las más arraigadas en la región y atrae cada año a miles de visitantes ávidos de presenciar esta impresionante representación callejera.
Gerardo Reyes López, encargado de la comisión de Organización en el Patronato, Hermenegildo Bustos, compartió detalles del programa que se extiende a lo largo de la Semana Santa. Desde recorridos por distintas zonas del municipio hasta la preparación de personajes clave como «El Judas Negro» y «El Judas Blanco», cada aspecto de esta festividad es meticulosamente planeado para ofrecer una experiencia inolvidable.
Con ocho personajes principales y la participación de más de 300 personas que portan las icónicas máscaras, «La Judea» es un evento de gran magnitud que se ha convertido en un símbolo de identidad para la comunidad de Purísima del Rincón. Este año, se espera la asistencia de entre 28 y 30 mil personas para presenciar el espectáculo en vivo, mientras que otros 30 mil podrán unirse virtualmente a través de la transmisión en vivo por TV4.
El programa de actividades incluye una serie de eventos que culminan en el emocionante «ahorcamiento de Judas», momento cumbre de la representación. Desde homenajes en el Panteón Municipal hasta la Procesión del Silencio, la agenda está repleta de actividades que invitan a reflexionar y celebrar la fe.
En palabras de Reyes López, mantener viva esta tradición es fundamental para preservar la identidad cultural de la comunidad y transmitirla a las generaciones futuras. Los talleres de máscaras, en los que participan jóvenes y niños, son una muestra del compromiso de la comunidad con sus raíces y su herencia cultural.
Con una mezcla de devoción y espectacularidad, «La Judea» promete cautivar una vez más a todos aquellos que se acerquen a Purísima del Rincón para sumergirse en esta experiencia única que trasciende el tiempo y el espacio, celebrando la fe y la tradición en su forma más pura.