San Miguel de Allende es hoy un destino conocido internacionalmente, un lugar pequeño, pero con gran “corazón”, en el que los visitantes viven la magia de sus tradiciones, sus calles, sus lugares y por supuesto la hospitalidad de su gente.

No hay otro lugar como San Miguel de Allende, prueba de ello son los premios y reconocimientos que ha obtenido a lo largo de su historia, el más importante, su nombramiento como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2008 y el más reciente, el de mejor pequeña ciudad del mundo otorgado por la revista Conde Nast Traveler.

Una visita representa una historia única en tu vida, gracias a su riqueza cultural y a innumerables atractivos y opciones para hospedarte, comer o simplemente pasar una tarde relajante.

¿Qué te parece pasar tu estancia en un lugar que significa relajación, historia y tradición?, ese lugar es Hotel Hacienda El Santuario, con más de 11 años de trayectoria pero que, en los últimos dos ha evolucionado de manera vertiginosa para ofrecer nuevas experiencias para sus huéspedes. La filosofía del lugar es exponer todos los aspectos culturales del estado y el país; esto le da una identidad única, que permite “vivir México” en espacios diseñados para despertar los sentidos con aromas, texturas, sonidos y sabores.

Este hotel se encuentra ubicado en la calle Aldama -una de las más bonitas de la ciudad-; al entrar experimentarás visitar una casona antigua con artesanías de todas partes del país en cada rincón y que crean una atmósfera cálida y amigable. 30 habitaciones se distribuyen en 3 casas, que se categorizan en flores, aves y arboles por lo que te puedes hospedar en una habitación con el nombre colibrí, jazmín o limón, cada suite tiene diferente decoración y distribución, así como amenidades, por lo que ninguna estancia es igual a la de otro huésped.

Si bien el descanso en sus increíbles y reconfortantes habitaciones es un placer, hay otros espacios que te dejarán igualmente maravillado, el primero es “la buena samaritana”, un concepto que se creó para recibir a la gente con una bebida refrescante; la especialidad son las aguas de frutas frescas cómo la de horchata con almendra, melón y fresa, xoconostle con limón, todas endulzadas con miel de mesquite.

Otro de los espacios es su restaurante a cielo abierto, el cual se ubica en el patio central de la propiedad, cuenta con un menú mexicano muy extenso y los fines de semana sirven un brunch que ofrece barbacoa, quesadillas hechas a mano y pancita.

El último de los espacios (pero tal vez el más peculiar) es su cantina “La San Miguelada” un pequeño lugar con gran valor artístico por el mural realizado por el artista José Luis Arias, el cual cobija el lugar y se encuentra cargado de historia, referencias y guiños de San Miguel de Allende y la cultura mexicana; esta cantina no solo es un imperdible del hotel, sino de la ciudad, en él se ofrecen cócteles diseñados para deslumbrar tu paladar, con productos 100% mexicanos.

Su bebida estrella es el “San Miguelito”, un preparado con mezcal, pulque, anís, romero y limón; toda una experiencia sensorial, pues se presenta en una copa cubierta por un capelo de cristal, en él se prende fuego para crear una estela de humo que cubre la copa para después destaparse y descubrir la deliciosa bebida con sabores que endulzan tu paladar y “raspan” tu garganta de forma deliciosa, sabemos que no te vas a querer tomar solo uno.

El hotel también incluye otros servicios como masajes con tratamientos faciales, relajantes y holísticos, una terraza con una increíble vista de la ciudad para realizar eventos y una boutique, “Los tesoros del santuario”, en donde puedes encontrar artesanías.

Todo esto le ha valido a Hacienda El Santuario obtener el puesto número 9, dentro de la categoría “Top 10 hoteles de México” por la editorial Conde Nast Traveler.