San Miguel de Allende evoca imágenes de una ciudad colonial e insurgente, pero sus alrededores albergan una joya arqueológica: Cañada de la Virgen.
Abierta al público en 2011 después de una década de investigación y consolidación, Cañada de la Virgen se encuentra a 30 kilómetros de San Miguel de Allende. Este asentamiento, que floreció entre los años 640 y 900 d.C., revela la influencia de los otopames, antiguos habitantes prehispánicos de la región.
La disposición de sus estructuras revela un diseño único, alineado con la ruta del sol. Templos simétricos con los astros sugieren un propósito astronómico, posiblemente como observatorio para reflejar ciclos estelares vinculados a la vida agrícola y nómada.
Cuatro monumentales estructuras en una meseta nivelada artificialmente muestran una inclinación de 18 grados hacia el norte, dirigida a salidas y puestas de sol. Este diseño podría indicar que Cañada de la Virgen funcionaba como observatorio astronómico, reflejando ciclos estelares ligados a la vida de los habitantes.
Los cerros cercanos y mojoneras en direcciones específicas también formaron parte del diseño, sirviendo como ejes para la zona. Una calzada ceremonial de casi un kilómetro de longitud, asociada a la salida del sol, guía a los visitantes a través de este antiguo santuario.
En el complejo destaca la Casa de los Trece Cielos, con hallazgos funerarios que proporcionan información sobre prácticas culturales, como deformación craneana y rituales. La estructura incluye un Templo Rojo con pintura mural que representa el día y la noche.
Cañada de la Virgen, declarada uno de los Siete Tesoros del Patrimonio Cultural de San Miguel de Allende, es la zona arqueológica más visitada de Guanajuato. Su apertura de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas, permite a los visitantes sumergirse en la rica historia de esta ciudad mesoamericana, un testimonio del ingenio humano frente al cielo y la tierra.