San Miguel de Allende reafirmó su lugar como el destino turístico preferido en México durante el reciente «Puente del 20 de noviembre». Del 14 al 18 de noviembre, esta ciudad Patrimonio de la Humanidad ofreció experiencias únicas que cautivaron tanto a locales como a turistas nacionales e internacionales, logrando una ocupación hotelera del 98% y superando los 600 millones de pesos en derrama económica.
También te puede interesar: Feria Estatal de León 2025: «Mucho más que una Feria»
Entre los eventos más destacados estuvo el festival «The City of Jazz: Sonidos del Agua», donde la ciudad se llenó de melodías gracias a la participación de artistas como los Gipsy Kings, Concha Buika, Lucía Gutiérrez, y la primera edición de la San Miguel Jazz Alliance. Además, la Big Band Jazz y espectáculos callejeros transformaron el Jardín Principal y las calles del centro histórico en escenarios vibrantes. Este año, el festival incluyó un llamado a la concienciación sobre el cuidado del agua, promovido por SAPASMA.
El reconocido periodista Javier Moreno también eligió San Miguel de Allende para impartir su conferencia magistral «Democracias Violentas» y el taller «Periodismo en Tiempos de Caos», que reunió a destacados editores nacionales e internacionales. Este tipo de eventos consolida a la ciudad como un punto de encuentro para el intercambio de ideas y el turismo de reuniones, fortaleciendo su reputación más allá de su encanto colonial.
El romanticismo de San Miguel quedó evidenciado al romper un récord histórico con 29 bodas celebradas en este fin de semana largo, confirmando su posición como uno de los destinos más deseados para bodas en México.
Con la llegada de 115,000 visitantes, la ciudad ofreció una experiencia inolvidable. Sus casonas coloniales, calles seguras y limpias, su inigualable oferta gastronómica y hotelera, así como la calidez de su gente, hicieron que este puente revolucionario fuera un éxito rotundo.
Las noches en San Miguel de Allende se convirtieron en un crisol de culturas, tradiciones e idiomas, donde familias, amigos y parejas disfrutaron momentos únicos bajo la icónica Parroquia de San Miguel Arcángel. Este puente reafirmó que San Miguel de Allende no solo es una ciudad para visitar, sino un lugar para vivir experiencias que trascienden fronteras y épocas.