Antes y después: La capital de nuestros abuelos y la nuestra
Algo -de entre todo- que nos gusta mucho de Guanajuato capital es que siempre logra mantener su auténtica esencia (aún y cuando el tiempo transcurre). En este artículo viajaremos al pasado y daremos un recorrido para ver cómo lucían en ese entonces aquellos pasajes de cuévano que todavía nos hacen explorar y conocer un mundo multidimensional compuesto por una arquitectura caprichosamente de ensueño, desde donde sobresale y domina la implacable fuerza de la imaginación.
Y vaya que la ciudad de Guanajuato es un pozo de sorpresas; hay historia, color, tradiciones, leyendas, nostalgia, magia y mucho brillo, cuyos elementos tienen la capacidad de trazar caminos insospechados, que cuando los recorremos, nos hacen traspasar entre la realidad y la fantasía. Las memorias de los ayeres han quedado inmortalizadas en fotografías captadas durante las diferentes etapas de la ciudad. En este caso: los años 50s y 60s.
Nos encanta (y emociona) abrir el cajón de los recuerdos y echar un vistazo al Guanajuato añejo. Por eso es que hemos hecho un pequeño recopilatorio de fotografías antiguas de esta mágica y regocijante ciudad, que sin duda resaltará la nostalgia y el asombro de muchas personas.
Es así que, a la antigua, descubriremos este mundo en Guanajuato… un mundo de anchura y vastedad, profundamente sumergido en el drama. Un mundo que si en algunas plazas y callejuelas es fantasía, es también realidad. Expresiones gráficas imbatibles, por encima del tiempo y espacio, siendo soportadas por el arraigo de nuestras y nuestros habitantes; también por aquellos que se llevan anécdotas propias en cada una de estas fotografías.
Iniciamos con este recorrido visual, que bien podríamos definir como un monumento al olvido. Describiremos esos lugares del pasado y que en el presente siguen deslumbrando. Así que reproduce la música retro que más te guste y déjate llevar por el Guanajuato de otra época.
Plaza del Baratillo
Con su característica y hermosa fuente florentina, enmarcada por casonas coloridas con fachadas detalladas de piedra y cantera rosa. Al fondo, observamos un automóvil Ford. En ese entonces, no había barandal al margen de dicha fuente.
Alhóndiga de Granaditas
Una postal que muestra unas escalinatas diferentes de la monumental Alhóndiga de Granaditas. Los banderines tricolores en los faroles nos indican que se celebraban días patrios.
Castillo de Santa Cecilia
El asombroso y majestuoso castillo de Guanajuato. Desde su construcción fue destinado para un hotel, y actualmente sigue en funciones, representando un alojamiento único y medieval.
Presa de la Olla
Apertura de las compuertas durante la celebración de las Fiestas de San Juan y Presa de la Olla, una de las celebraciones más arraigadas a los habitantes de Guanajuato capital.
Plaza de la Paz
Una perspectiva captada desde una de las torres de la Basílica de Guanajuato. En ese tiempo había cuatro faros que iluminaban ese reconocido triángulo ubicado al centro de esta plaza.
Puente de Tepetapa
Su imponente y monumental arquitectura no deja de sorprendernos.
Campanero
Vista del puente de la calle Campanero, una de las gemas arquitectónicas de la ciudad. Por la rampa del costado subes al callejón del Tecolote.
Callejón del Beso
Admirado por su rara estrechez, que lo hace verdaderamente único. Suponemos que en ese entonces aún no trascendía aquella leyenda que hoy conocemos. Sin embargo, notamos la brillantes de este gran rincón.
Pípila
Monumento a El Pípila, ubicado en una de las partes más altas de la ciudad. Desde ese sitio logras ver en perspectiva panorámica el centro y sus alrededores de Guanajuato.
Jardín de la Unión
Fotografía capturada desde las escalinatas del Teatro Juárez. Uno de los detalles que más destacan es el tipo de loza que tenía el Jardín de la Unión, que en aquellos días dominaban cuadros color rojo con franjas amarillas.
Pastitos
Un predominante color blanco en las pocas casas que en ese tiempo había, cuyo entorno da un aire a algún puerto europeo.
